Los espacios de datos, o Data Spaces en inglés, hacen referencia a ecosistemas de datos en los que múltiples organizaciones distintas intercambian productos de datos con confianza y generan valor añadido materializando diversos supuestos de uso en los planos comercial, sectorial y regulatorio sobre la base de los datos intercambiados.
De acuerdo con lo señalado en el plan rector Blueprint 1.5 del Centro Europeo de Apoyo a los Espacios de Datos (DSSC por sus siglas en inglés), un espacio de datos se define como un marco de interoperabilidad basado en un conjunto común de principios de gobernanza, estándares, prácticas y servicios facilitadores que posibilitan la realización de transacciones de datos con confianza entre los distintos agentes que forman parte de él.
En este sentido, los espacios de datos estarán dotados de un sistema de gobernanza de cuestiones comerciales, técnicas, institucionales y legales.
Además, para crear ecosistemas de datos de confianza, los espacios de datos deben cumplir con unos rigurosos requisitos de seguridad, confidencialidad, soberanía y trazabilidad, así como con la correspondiente normativa en materia de datos.
Los espacios de datos constituyen el pilar central de la Estrategia Europea de Datos, cuya finalidad abarca los siguientes aspectos:
- Aumentar la eficiencia y la resiliencia de sectores estratégicos.
- Crear nuevos productos y servicios.
- Lograr los objetivos de sostenibilidad.
- Generar un mercado de productos de datos.
Las iniciativas de espacios de datos están proliferando en todo el mundo, impulsadas por los requisitos regulatorios y corporativos del conjunto de sectores de la economía. Tales iniciativas están encabezadas por los principales agentes y consorcios existentes, que han admitido la necesidad de formar parte de dichos ecosistemas de datos para poder seguir mejorando cuantitativa y cualitativamente sus resultados.
